Una vez más y debido a las intensas lluvias registradas durante el viernes, con precipitaciones de alrededor de 60 litros por metro cuadrado, se volvió a tener en el barrio riesgo de inundaciones, aunque no hubo que sufrir en esta ocasión males mayores, solo el susto.
La Policía Municipal estuvo desde el mediodía del viernes avisando a los vecinos propietarios de vehículos aparcados a orilla del río, en parkings subterráneos y en lonjas bajas que retirasen los vehículos para evitar daños mayores. Por otro lado y también como medida preventiva, el riachuelo de La Troka, que en otras ocasiones ha sido clave en otras inundaciones, debido a la suciedad acumulada, fue limpiado por efectivos de la Brigada de Obras.
En esta ocasión todo a quedado en un susto, pero no debemos bajar la guardia puesto que podemos seguir comprobando que nadie ha hecho los deberes y todavía no ha llegado el invierno. Las obras de encauzamiento del río todavía no han comenzado, ni tienen pinta de comenzar en corto plazo y la idea de vaciar la presa de Arancelai para retener el agua que cae del monte tampoco se a ejecutado.
La Policía Municipal estuvo desde el mediodía del viernes avisando a los vecinos propietarios de vehículos aparcados a orilla del río, en parkings subterráneos y en lonjas bajas que retirasen los vehículos para evitar daños mayores. Por otro lado y también como medida preventiva, el riachuelo de La Troka, que en otras ocasiones ha sido clave en otras inundaciones, debido a la suciedad acumulada, fue limpiado por efectivos de la Brigada de Obras.
En esta ocasión todo a quedado en un susto, pero no debemos bajar la guardia puesto que podemos seguir comprobando que nadie ha hecho los deberes y todavía no ha llegado el invierno. Las obras de encauzamiento del río todavía no han comenzado, ni tienen pinta de comenzar en corto plazo y la idea de vaciar la presa de Arancelai para retener el agua que cae del monte tampoco se a ejecutado.
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