El pasado domingo día 8 de enero, cuando los integrantes de la asociación de vecinos de Tximilarre se personaron en el recinto del nuevo hogar del jubilado del barrio se encontraron con un dedo de agua en el interior.
El local, que todavía está sin inaugurar aunque su restauración lleva finalizada desde Abril de 2011, presentaba una obstrucción en una arqueta, que provocó la inundación tras recibir el agua proveniente de las cisternas y los grifos. En el mismo edificio se encuentran ubicados el hogar para personas mayores, la sede de la asociación del barrio y en la segunda planta se imparten clases de sevillanas.
Desde el ejecutivo local afirmaron que la intención es inaugurarlo a poder ser, en los dos próximos meses, pero que para ello es necesario además de crear e inscribir una asociación que lo gestione, redactar sus estatutos. Por otro lado, el servicio de bar también permanece cerrado porque no está adjudicada su explotación.
El local, que todavía está sin inaugurar aunque su restauración lleva finalizada desde Abril de 2011, presentaba una obstrucción en una arqueta, que provocó la inundación tras recibir el agua proveniente de las cisternas y los grifos. En el mismo edificio se encuentran ubicados el hogar para personas mayores, la sede de la asociación del barrio y en la segunda planta se imparten clases de sevillanas.
Desde el ejecutivo local afirmaron que la intención es inaugurarlo a poder ser, en los dos próximos meses, pero que para ello es necesario además de crear e inscribir una asociación que lo gestione, redactar sus estatutos. Por otro lado, el servicio de bar también permanece cerrado porque no está adjudicada su explotación.
A primera hora de la mañana de ayer la empresa que habilitó el hogar de jubilados de Tximelarre, sin inaugurar desde abril, solucionó el problema que provocó la inundación del centro para mayores.
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